Érase un hombre que abusaba de su erotismo.
Hablaba al oído de las mujeres con bellas palabras y
las llevaba al Nirvana.
Quizá les recitaba algún poema apasionado de García
Lorca. O les susurraba esa bella frase de Salvador
Novo, “conocer tu nombre y repetirlo”. O unas líneas
sufridas de Alfonsina Storni.
Se sospecha también que era su pura naturaleza animal
lo que hacía desfallecer a las mujeres, locas de
amor... no se sabe.
Espero ansiosamente noticias, porque esto da para un
cruce entre Woyzeck y el Burlador de Sevilla.
El Greñas, por todos conocido; su único crimen fue ser
demasiado erótico.
Bendito sea el periodismo de provincia.
Tuesday, July 19, 2005
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4 comments:
WOW! Ora si quedéme sin aliento.
Es imposible que un ser tan bello camine sobre la misma tierra que yo torpemente piso.
Hicieron bien en arrestarlo.
¡Tanto erotismo es criminal!
en cual reclusorio esta?? me ofrezco a darle sus visitas conyugales sin costo alguno, será mero placerrrrr... tanta carne y yo chimuela!!
Paer su carro señorita. Hay cola y la selección se hace por concurso democrático.
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