Tuesday, July 19, 2005

Érase un hombre que abusaba de su erotismo. Hablaba al oído de las mujeres con bellas palabras y las llevaba al Nirvana. Quizá les recitaba algún poema apasionado de García Lorca. O les susurraba esa bella frase de Salvador Novo, “conocer tu nombre y repetirlo”. O unas líneas sufridas de Alfonsina Storni. Se sospecha también que era su pura naturaleza animal lo que hacía desfallecer a las mujeres, locas de amor... no se sabe. Espero ansiosamente noticias, porque esto da para un cruce entre Woyzeck y el Burlador de Sevilla. El Greñas, por todos conocido; su único crimen fue ser demasiado erótico. Bendito sea el periodismo de provincia.

4 comments:

Solondra said...

WOW! Ora si quedéme sin aliento.
Es imposible que un ser tan bello camine sobre la misma tierra que yo torpemente piso.
Hicieron bien en arrestarlo.
¡Tanto erotismo es criminal!

Alejandro Voorduin said...
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Anonymous said...

en cual reclusorio esta?? me ofrezco a darle sus visitas conyugales sin costo alguno, será mero placerrrrr... tanta carne y yo chimuela!!

Alejandro Voorduin said...

Paer su carro señorita. Hay cola y la selección se hace por concurso democrático.